jueves, 29 de diciembre de 2011

Un lugar maravilloso.

Es un lugar que todavía me sigue sorprendiendo. Sus formas y sus colores son fascinantes. Muchas de las líneas que salen por sus paños de roca, algunas totalmente naturales y otras con algún retoque, son increibles. Esas ñapas a las que te agarras, a las que crispas con todas tus fuerzas y tiras de éllas como si tu vida dependiera de éllo, hacen que este sitio me imnotice. Esos cantos pinchudos, esos pinchitos que tiene la roca, esas gotas de agua, hacen que no te puedas separar de esas impresionantes paredes.
Y no solo es la roca lo que tiene que llamar la atención de muchos escaladores, también lo que tienes a tu espalda es bonito. Ese valle por el que el río va surcando los campos a su antojo, mostrándonos sus curvas, sus eses. Ese valle que en primavera, cuando los campos de cereal han crecido, se convierte en mar. El viento hace de los campos un mar, moviéndolos como si fuese el oleaje del ozeano.
Además, estas pequeñas paredes están situadas al final de la sierra de Sarbil, la cual hace que gran parte de las nubes que vienen del norte se queden pegadas en élla, y le dota a este lugar de un microclima ideal.
Os estoy hablando de Etxauri.


















viernes, 23 de diciembre de 2011

Taillón, palicilla matutina.

Tras haber estado unos días escalando en roca caliente, toca cambiar el chip y pasar al frío hielo. Un rápido cambio de material y salimos de Pamplona hacia Gavarnie. Después de una larga kilometrada llegamos a Gavarnie.


La noche iba a ser bastante corta, de unas escasas cuatro horas y media, ya que llegamos a la estación de Gavarnie a las doce de la noche. A las cinco de la mañana sonó el despertador y nos levantamos con la sensación de que habiamos pasado cuatro minutos en la cama. Al empezar a andar nos dimos cuenta de la cagada que fue no haber podido subir el coche hasta lo más alto de la estación, puesto que la pateada que nos quedaba era larga y pesada.


Por fin llegamos al pie de vía, que ilusión! Sin mochila y con lo puesto, nos adentramos en el corredor Central. El corredor es bastante facil, exceptuando los dos resaltes. El primero de ellos es en diedro, lo cual te ayuda bastante al abrir la pata o apoyar un poco la espalda. El segundo resalte es una plancha de hielo, también consideradamente inclinada, pero con un hielo que daba gusto. Lo demás, si mal no recuerdo, era más facil y se podía ir en ensamble.


Salimos por arriba rápidos, y como todavía era pronto (es lo que tiene madrugar tanto, que el día se te hace eterno y te da tiempo a hacer de todo) decidimos ir al corredor de la derecha. El Quintana nos gustó tanto como el otro, pero no pudimos disfrutarlo, ya que tuvimos que hacer una carrera entre la cordada vasca y la cordada francesa. Por eso las fotos que salen solo son del corredor Central, no había tiempo para nada.


Cuando nosotros estabamos en el primer largo los franceses se nos metieron por la izquierda (no se por que motivo) y entonces los primeros 90 metros fuimos vasquito, frances, vasquito, vasquito, frances. Al llegar a la reunión Egoitz y Sergio se picaron, y empezó la carrera. Egoitz tiró delante a galope, después fueron los franceses y en la cola Sergio y yo. Como era normal el potrillo de Loza poco tardó en adelantarles. Así que a mi me tocó ir el último de los cinco. Aquí sí que sude, sude y recibí todo todo. Esto de ir el último es un chollo!! Te lo llevas todo!


Al final la carrera la ganó la cordada vasquita. Bueno, más bién, parte de la cordada vasquita, ya que yo me quedé detrás de una piedra a esperar, que estos franceses no dejaban de ofrecer trozos de hielo y nieve dura de todos los tamaños. Si es que son tan generosos!!


De aquí ya hacia abajo, a por las mochilas y el agua, que había sed. Bajamos, bajamos y bajamos, hasta que llegamos al coche, y al mirar el reloj, aiba! Si solo son las tres del medio día. Esto de madrugar tanto . . no tiene que ser bueno, que luego te sobra mucho día y no sabes que hacer.

La línea roja del centro de la foto es el corredor Central, el de la derecha es el Quintana y el de la izquierda es el Izquierdo.
Comienzo del corredor Central, un embudo que se va estrechando.
Después de una pequeña travesía se encuentra el primer resalte, al que Egoitz mira con atención.
Una pequeña apretada...
...y reposo con la espalda apoyada...
...para luego continuar con un tramito más facil.

Sergio comienza el segundo resalte. En él los pinchos se metían hasta dentro, una gozada.


Sergio alza el brazo para instantes después incar, con fuerza y precisión, su afilada hoja en el agradable y frío hielo.
No os habeis librado de la foto cumbre!!jaj. Sergio, yo y Egoitz.
Menudo panorama... Que asco! Espero que en este momento haya cambiado el paisaje.

Seguimos con la kilometrada. Al día siguiente fuimos de Gavarniea a Arguivel, Francia. Es una pequeña escuela de escalada deportiva. El sitio es precioso, el paisaje es muy bonito, todo verde, tranquilo, sin ruido. La guía de esta escuela se puede conseguir en el último pueblo antes de llegar al parking, es recomendable.
El sábado fuimos a visitar la zona del Aspe, mas pateo! Fuimos a la Llana del Bozo, y como era de suponer estuvimos prácticamente solos. Eso sí, en el Aspe se veía bastante gente.
Y para acabar con las poquisimas fuerzas que tenía fuimos a andar un poquito más a los Infiernos, en el Balneario de Panticosa.
Con esto el puente llega a su fin! Un puente muy aprobechado. Hasta la vista!

lunes, 19 de diciembre de 2011

Torrades amb all, solete y vientooo

Y para el último día del puente que vía?????
Pues nada, a lo equipado y rápido, que las fuerzas empiezan a flogear un poquito. A la Torrades amb all. Además unos amigos la habían hecho el día anterior y digeron que era buena.
La vía no nos decepcionó, largos muy bonitos excepto el segundo, que con esos dos pasos a bloque . . No nos hizo falta más material que las espreses, aunque en algunos sitios entre chapa y chapa había un cacho, lo cual quería decir que era de canto buenoo.

El paño de pared en el que está situada la vía, justo en frente de la campa.
¿Os suena de algo? jaj
Esta fisura me encantó, para llegar a la cuarta reunión.

En el quinto largo hay que tener un poco de ojo, que las chapas no van por donde hay que ir.
Salida final, al solete pero abrigados.

Ésto se supone que es un coche . . Hay que echarle imaginación para verlo.
Y con esta última vía abandonamos la campa de la Pared de Cataluña, pero volveremos!!

jueves, 15 de diciembre de 2011

Via del Tronko, Montrebei.

Con un día raso y pocas ganas de madrugar nos levantamos tranquilamente. Hicimos un gran descubrimiento! Para las 9:30 en la campa hay sol. Es de esos soles que te atrapa y no deja que te levantes de la mesa para empezar a preparar el material. Pero con ganas, Juan y yo conseguimos escapar de las garras del sol y nos pusimos en marcha.




Fue mala idea aproximarse por la campa hacia la parte derecha de la pared de Cataluña. La aproximación por aquí es larga e incómoda. Nada recomendable. Al final llegamos al pie de vía y miramos el primer largo . . dejaba mucho que desear. Los dos primeros largos y medio no nos gustaron. Luego venían otros dos largos y medio buenos, continuaba con otro malo, otro regular y para acabar el mejor largo. Como veis la vía no es una jolla, pero se puede hacer y es bonita. El camalot del cuatro no hace falta.


El final del tercer largo, aquí empezaba lo bueno.
Quinto largo, cantolandia! Empezabas atravesando a la izquierda con ambiente y te metías en una placa que cada agujero era mejor que el anterior.
El sexto largo, buen comienzo, pero con final por canal.
Séptimo largo, a por el árbol!!!!


La bajada la hicimos con los últimos rayos de sol.

En el próximo capítulo la primera salida del puente llega a su fin. To be continued