martes, 5 de marzo de 2013

Intento frustrado y Adrenaline como recompensa

 El día pinta maravilloso. Nieve polvo reciente y constante y una temperatura no muy baja. Lo malo es que nuestra idea era picar hielo. Entonces la nieve polvo era una gran putada ya que se encargaba de embadurnar el hielo y dejarlo como la mierda y las temperaturas no muy bajas hacían de las suyas mojándonos las cuerdas. Además, cuando salimos del primer muro, por arte de magia, empezó a despejar. Bajó la temperatura. Las cuerdas se empezaron a congelar. Que planazo!
Las ideas dieron un cambio drástico; para abajo. Mierda. La mochilita que llevábamos a la espalda no nos sirvió para nada. Bueno sí, para una buena gemelada. 
Hubo que despedirse de la fría noche que íbamos a pasar, de los liofilizados por la empanada y la nutela, de la mojadura y de la nieve por la cintura, para decir hola a la calefacción de la furgo.
 Que lujo de hielo.
 Tranquilidad después de salir de la línea de fuego del Maestro.
 El tope era la nieve por las rodillas y la realidad llegaba hasta los muslos si no eran la cadera.
 Increíble, al día siguiente tuvimos la suerte de ver el circo. Junto con las hormigas que aparecían hasta debajo de las piedras. 
 Fuimos a la vía Adrenaline, muy chula.
 Pero no todo puede ir bien, algo tiene que estar en contra. El día anterior nos sentimos como en Ben Nevis (por lo menos sin viento). Hoy estamos en guerra. Una cordada empezó delante nuestra y aun teniendo cuidado... a tiro limpio! Lo típico, cuando te metes detrás de alguien ya se sabe que hay, pero lo sigues haciendo. Me suena que el hombre es el único animal que vuelve a cometer el mismo error una y otra vez.
 Aun así nos dejaron disfrutar.
 Un paraje sin igual.

2 comentarios:

Iñaki dijo...

Está precioso el circo!!!
Envidiaaaaaaa

Iker Madoz dijo...

jajaja estaba muy bonito sí!
Pero de la sana no??
Un abrazo!