martes, 16 de febrero de 2016

Sexto sentido

El hielo, en constantes cambios de aspecto debido a las temperaturas, es algo todavía incontrolable y sorprendente. Escapa a toda física, teorías e incluso, a veces, imaginación.

Sus curvas, faldas y transparencias pueden llegar a ser espectaculares.

Sus ángulos y superposiciones hacen de algo, a priori, sencillo... un mundo de fantasía y lactato!

La casi total ausencia de esta materia en muros de roca fisurada, con sus gancheos y sus debilidades, nos hace soñar con sensaciones tan excitantes como viciosas. Imaginarse sobre las cuatro puntas apoyadas, frías e insensibles, nos pone a prueba, nos reta hacia el próximo movimiento.

Ese afán de rallar y "estropear" las armas de progresión, para algunos inexplicable, nos vuelve diferentes... podemos empezar a ver cosas que otros no logran imaginar.. surge dentro de la mente una visión hasta entonces oculta por la "normalidad".

La necesidad, agudiza el ingenio!


Felicidad!

Una semana por mundos verticales de líneas tan diferentes como divertidas hacen que ese sexto sentido, oculto por el polvo del magnesio, vuelva a resurgir de nuevo.

Las condiciones delicadas de la temporada nos hacen tener que rechazar dulces que con placer nos llevaríamos a la boca. Ante tal realidad, nos conformamos con las golosinas pequeñas, pero de gran sabor.


Este año se visten de "shorts".

Ecrins nos deja sin poder jugar en la liga de los buenos, pero a cambio nos deja a nuestro libre albedrío por aquellos terrenos que, sin ser tan fantásticos, nos incitan al juego, goce y fibrilación.


Cervieres, lugar para practicar el mixto con chapas.


Cervieres.

Los días pasan, se van descartando destinos y van apareciendo pequeños placeres a los que podemos dar un bocado y ver que, sencillamente, nos valen.


Granja pollos de la Gite Moulin Papillon.


Aproximación a Fournel.

Y por fin llega el momento de envalentonarse, mirar hacia arriba y creer que, con lo que sabemos, somos capaces de no solo subir por aquello que cuelga, también de disfrutarlo.

Entras intranquilo, al principio desconfiado de lo que vas sintiendo en las extremidades. Va a ser largo, hay tiempo, habrá descansos; hay que pensárselo todo dos veces antes de ejecutar, ya que luego nos podemos ver limitados por pequeños fallos tontos.

Poco a poco los nervios se van serenando.

Vas metiendo cosillas, algunas muy buenas, otras buenas y otras a las que las llegas a mirar sin grandes esperanzas a la vez que suspiras. La sensación de incomodidad a veces nos puede hacer pensar que todo está peor de lo que parece, engaños que nos limitan y entorpecen todavía más los movimientos. La seguridad de la que partimos hacia cada cambio de peso, cada desplazamiento, cada picada...cada vez es mayor.

Y, tras mucho rato colgado de las cuatro puntas, contento, llegas al árbol de reunión.

Piensas... ha sido divertido, no era peligroso y se protegía de lujo. Y sobretodo, ha servido para practicar, para ver que no hay que ser bueno para poder hacer cosas que nos llaman la atención; ya sea por su belleza o "dificultad".

Porque esto no era nada, era humano.. simplemente era la primera vez.. los nervios ante la pérdida de virginidad estaban a flor de piel, nada más.


Clownerie... comienza la lujuria.


En pleno apogeo.

Ya la mente se ha trastornado.
Y los dulces.. empiezan a saciar día a día nuestro apetito.


Jorge, camino de la roca.


Mikel, en el Pilar de Cristal.


Jesús.

También pudimos escalar, en Fournel, un par de largos nuevos o por los que habían subido en otras condiciones. Llegamos a dicha conclusión después de pasar por una fisura de roca y tener la suerte de tirarme varios pedruscos al cuerpo. Una maravilla. Al menos se quedó limpio.

Haciendo mención al más sano de la banda.... Superbioeko!


Mikel, comenzando Superbioeko.


Segundo largo de Superbioeko


Blin.


Y toda la tropa!! :)

Lo que no tienes es lo que quieres.
Aquí andamos escasos de frío, y por lo tanto de glace.
El olentzero ya pasó hace días, pero todavía estamos a tiempo de que nos traiga más regalos.

martes, 9 de febrero de 2016

Vía del Pastor al Forato

Con la temporada tan peculiar que estamos teniendo a lo largo de los últimos dos meses no ha habido manera de clavar los pinchos en algo con cierta consistencia que no fuese hierba y barro. Pero como todos pensábamos, o al menos los ingenuos con ganas, algún día cambiaría y los intentos infructuosos darían lugar a la esperanza de que todavía existe invierno.

Y así fue. El sábado pasado, junto con Manu, Rubén, Nil y Roger, por fin, escalamos con los pinchos en el Piri. En este caso, gracias a la info de los artistas que fueron unos días antes, pudimos subirnos al Forato por la vía del Pastor. 

Una estética línea que comienza junto con la mítica Leandro Arbeloa y, tras hacer un largo común, toma el camino recto hacia arriba; ascendiendo por diedros y gulotillas bonitas y entretenidas.

Espero que haya sido la primera de varias...


Manu en el primer largo.


Rubén en el segundo largo.


Manu en la parte central de la vía.


En la reunión del nicho.


Nil saliendo de la goulotte a la campa.


Comienzo del diedro de la parte superior.


Roger y Nil en el diedro de roca.


Y, ya saliendo, se metieron las nubes.

Toda la banda antes de empezar a bajar.


Tras dar un pequeño brujulazo por falta de visibilidad.. acertamos!


Bonito rincón, a donde habrá que volver! :)