lunes, 13 de febrero de 2017

Visita a Gavarnie: Lowe, love me do.

Ya son veces las que he tenido la oportunidad de pisar este circo... ves cosas, las comparas, las analizas con experiencias pasadas...

La vía Lowe, love me do en Gavarnie es una de esas cosas en la que siempre te fijas cuando vas a escalar al circo.

Subirse a ese cacharro da reparo, se crea un nudo en el estómago, el tiempo pasa más despacio.

Albert Salvadó relata una experiencia parecida en su blog, basándose en la repetición que realizaron en el año 2005.

De todas formas, el día transcurrió tranquilo y el único que daba signos de vida era Overdose.


Dejando las divagaciones a un lado:
Unai y yo escalamos el sábado la vía en cuestión, la cual cuenta con largos excepcionales.

En total hicimos 5 largos.
El segundo largo, en vez de hacerlo por las coliflores, subimos por su derecha, escalando una sucesión de champas de hielo que surgían de una fisura/chimenea. Este lo empalmamos con el primer tramo de artificial.

Ambos pasajes de artificial los hicimos en libre: el primero con manos y piolets y el segundo casi entero con los piolos. Buenas protecciones con los clavos que hay colocados, friends y fisureros.
De dificultad los dos tramos son parecidos; nos pareció M7.

El tercer largo, tras hacer el mixto, nos encaramamos al hielo, le dimos la vuelta y montamos reunión en roca. Fue un largo corto.
El cuarto largo hielo y reunión en roca.
El quinto largo salimos a la campa.


OJO!! Con el calor que ayer empezó a hacer creemos que caerá esta semana o la que viene.
Son suposiciones, nada está escrito, pero mejor dejarla tranquila.


Unai empezando a escalar. Arriba cuelga el trolebús.


Comenzando el 2º largo. Que bonito es el circo! :)


En la variante del 2º largo, preciosa.


3º largo, protegiéndose para salir al hielo.


Dándole la vuelta.


4º largo, todo hielo.


Overdose.. de vez en cuando sentíamos su presencia.


Último largo, antes de salir a la campa.


miércoles, 8 de febrero de 2017

Frustraciones e ilusiones... Kandersteg!

La escalada en hielo está estrechamente relacionada con las condiciones de cada momento y lugar. Principal limitación y a su vez chollo de esta afición que nos hace viajar a donde haga falta si realmente lo merece.

Hay años, meses o semanas en los que podemos encontrar un lugar con cantidades ingentes de hielo mientras que, con repentinos cambios meteorológicos, se puede ir todo al garete. Estaciones en las que una línea está perfectamente formada, estética y repleta de siluetas, y otras en las que lo único que se atisba es un fino verglás en algún rincón del muro en cuestión.

Por ello, la escalada a través de este medio efímero se convierte en algo puntual, una cuestión de estar en el lugar adecuado en el momento exacto. Las condiciones lo son todo, de un año a otro el arroyo, cascada, goteo, etc. ha podido cambiar su recorrido y la vía cambia, en mayor o menor medida. La roca, exceptuando los desprendimientos, siempre estará igual; el hielo, en cambio, varía, y mucho.

Y, unido a esto, cada vez más presente, está el "radio patio". Es decir.... "vamos a esa vía que la ha hecho Pepito y nos ha dicho que está en buenas condiciones". Pepito tuvo el valor de ir y probar. Los lugareños o aquellos sabios pueden predecir, en base a su experiencia y el desarrollo del invierno, si una vía estará bien o no o si habrá mejores condiciones aquí o allí; pero hasta que no ves la línea, o incluso te plantas bajo ella, no sabes lo que hay. Puede que aciertes y escales algo precioso o puede que te tengas que volver sin haber podido hacer nada.... incertidumbre; una palabra que puede dar miedo, porque tras ella se esconde la realidad.

Cada vez más, nos ceñimos a escalar aquello que otros han hecho. Simplemente porque así es más sencillo triunfar.

Por nuestra parte, la semana pasada volvimos de Kandersteg, Suiza, tras estar una semana escalando con los fichajes del Equipo Español de Alpinismo: Omar, Jorge, Blín, Jesús, Mikel, Marc y la visita de Charli. Para la mayoría era sitio nuevo, con nombres de valles, sectores y vías raros y con no demasiada información en internet. De todas formas, gracias a la información de amigos de amigos, fuimos con una ligera idea de qué se podía hacer.

Ya, sobre el terreno, tras 14 horas de coche, comenzamos a subirnos por algunas cosillas, a contrastar la información que habíamos obtenido con lo que veían nuestros ojos. Hubo de todo: días en los que escalábamos cerca del pueblo vías que veíamos estaban formadas y repetidas, días en los que nos íbamos a dos horas del coche para ver si escalábamos aquello que nos habían dicho que estaba, días en los que sin saber mucho íbamos a fichar... la mayoría de estos fueron intentos infructuosos.. aunque había que intentarlo!

No os podéis hacer la idea la de veces que podíamos cambiar de plan para el día siguiente.... según el frío/calor que fuese a hacer, según lo que habíamos visto ese mismo día, según el grado de cansancio acumulado, etc.

Finalmente, escalamos y volvimos con los brazos largos, así que ni tan mal. Algunas de las líneas son Alpha Säule Mix, Reise ins Reich der Eiszwerge, Grimm/Haizähne, Elvis, Black Nova, Bozugschichtji, Kei Frauä Kei Gschrei y otras con nombres igual de impronunciables jejeje

Tuvimos la suerte de que Omar estuviese entre nosotros, ya que tras un año más parado ha podido volver a disfrutar y llenarse de ilusión.. zorionak Omar!! :)


De izquierda a derecha Jorge, Jesús, Omar, Mikel, Blín, Iker y Marc.


Escalando la vía Grimm Haizähne, al lado de Kandersteg.


Blín en la travesía de mixto de la vía Reise ins reich der Eiszwerge.


Aproximando al sector Breitwangflue; condiciones justas.


Blín en el 1º largo de Alpha Säule Mix, en Breitwangflue.


2º largo de roca de la vía Alpha Säule Mix, en el que entrabas de nuevo al hielo.


Mikel jugando en Kiental, valle próximo a Kandersteg.


Sector Black Nova, buen descubrimiento por Mikel del día de reposo.


3º largo de la vía Bozugschichtji en el sector Black Nova.


Intento de escalar la vía Stratosphere: llegamos a la base y vuelta.


Y acabamos la semana haciendo el indio en Elvis, guapa vía de mixto
deportivo en Kiental.

Ahora a esperar a que pasen estos calores...

jueves, 2 de febrero de 2017

Mozos del quemadillo... nueva vía en Montañesa!

A principios de diciembre, viendo que muchas paredes estaban mojadas debido a las lluvias de los días pasados, acabamos escalando Roger y yo en una de las pequeñas paredes de Peña Montañesa: la Espluga de las Golondrinas.

El primer día en un ambiente poco apetecible hicimos una de las vías de Albert y compañía llamada la Fuga del Trama. Bonito recorrido de buena roca. Excepcional para los días cortos de invierno, en los que se buscan pequeños recorridos en orientaciones soleadas.

Al día siguiente, ya con el cielo despejado, volvimos a la misma pared, pero esta vez a una línea que empezaba un poco más a la izquierda: la vía Mèche Courte. Buena vía, con muy buena roca y de recorrido bien buscado; ya que surca los mejores paños de la pared. Esta tiene además dos tramos de A2: el primero es un paso a bloque en una panza, en la que se protege bien con friends y la cual rondará el 7b/c (a nosotros no nos salió en libre, volamos) y el del último largo es escaqueable haciendo una rotonda dos metros más a su izquierda por un tramo de roca buena y sencillo, sin añadirle dificultad al largo.

Ambas vías están un poco olvidadas, apartadas, aunque no por ello son de menos calidad. Las dos merecen la pena!

De esta manera, tras nuestras dos visitas a esta pared, vimos un pilar central en el que se escondía una bonita línea, dispuesta a ser abierta por aquél que primero fijase sus ojos en ella. Y así fue, ya teníamos proyecto para la próxima visita; en la que, para hacerlo más emocionante, iríamos sin taladro. Si no conseguíamos pasar ya volveríamos en otra ocasión con la pistola.


Reseña de Albert de la vía Fuga del Trama.


Día nublado, húmedo y frío.


Roger en el último largo.


Reseña de Christian y Rémi de la vía Mèche Courte.


Haciendo fuerza en el bombo del segundo largo.


Disfrutando del sol y la tranquilidad del lugar.


Último largo de Mèche Courte.


Unas semanas más tarde, debido a las nevadas y a la obligación de dejar unos días tranquilas las montañas recién nevadas, Roger y yo nos volvimos a reunir en Oncins para comenzar con la línea fichada. Dos juegos de friends, unos cuantos clavos, fisureros viejos para machacar con la maza y ganas de volar... era lo que hacía falta!

En el primer intento conseguimos abrir hasta la mitad del tercer largo y, colgados de los seguros que clavamos en el diedro desplomado de mitad de pared, nos bajamos, con muchas ganas de volver. La roca era amable y daba suficiente canto para que las protecciones fuesen seguras y el grado asequible. Aparecían agujeros y puentes en muchas ocasiones, haciendo más sencilla la escalada.

A la semana siguiente, de nuevo en el mismo lugar y con intención de acabar la vía, nos pusimos en marcha con los primeros rayos de sol. Calentón para liberar el primer largo, placa de buscar recorrido en el segundo largo y deslomón en el tercero. La vez anterior Roger se quedó a dos metros de salir a la placa fácil pero, al contrario de lo que habíamos escalado, el canto ya no abundaba y unido al gran desplome se nos antojó difícil para pasar en libre. Volamos y volamos, uno no pasaba en libre, entonces se descolgaba a la reunión y el turno del otro; después de 4 vuelos seguimos sin conseguir alcanzar lo que creíamos parecía el canto salvador. Al final tuvimos que pasar requiriendo del artifo, una pena, tendrá que ir alguien fuerte para liberarlo. De ahí para arriba abrimos otro largo más, sencillo pero de roca un poco más móvil de lo deseado y nos acabamos uniendo a la vía Mèche Courte en su último largo.

La pared fue amable y tuvimos la suerte de no tener que crear nuevos seguros para poder pasar, con los agujeros y fisuras que nos brindaba fue suficiente para escalar esta bonita línea. Con lo que dejamos ya no hace falta pitonar.

Al final del segundo día, con la vía terminada y una jarra de cerveza en la mano, decidimos hacer mención a las costumbres del lugar y llamarla "Mozos del Quemadillo"; por aquellos no tan mozos de Ainsa que todos los años el 12 de enero suben a comer a la Ermita de San Victorians y después terminan de cháchara en Casa Ambrosio con un puchero de quemadillo en la mesa.

Esperamos que disfruten y no deje indiferente a los futuros repetidores. Nosotros nos lo pasamos bien durante los dos días de apertura.


El estético y mantenido pilar del primer largo.


Vista del primer largo desde la reunión... parece que está tieso.


Roger en el segundo largo.


Comenzamos con el diedro desplomado.


Hay que entrenar para pasar por ahí sin despeinarse... jejeje


Reseña de la vía Mozos del Quemadillo.